El Skyscraper Museum de Nueva York es un homenaje a una de las características más emblemáticas de la ciudad: sus rascacielos.
Este museo estaba en mi lista desde hacía muchísimo, pero no fue hasta febrero de 2020 que encontré un hueco para poderlo visitar.
Situado en el corazón del Distrito Financiero, el Skyscraper Museum ofrece una visión fascinante de la historia, la arquitectura y la ingeniería detrás de los edificios más altos y famosos del mundo.
índice de contenidos
Historia del Skyscraper Museum
El Skyscraper Museum fue fundado en 1996 por Carol Willis, una historiadora de la arquitectura y profesora de la Universidad de Columbia.
El propósito del museo es celebrar la ciudad de Nueva York como la capital mundial de los rascacielos y que los visitantes puedan visitar el pasado y el futuro de estos edificios icónicos.
La isla de Manhattan hoy en día ha desarrollado un paisaje urbano con dos características claramente diferentes.
Una es por la expansión y concentración que se produjo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, que se pueden claramente a través de los rascacielos de la zona Financiera y de Midtown, pero también en los barrios con edificaciones de baja altura, que albergaban a la creciente población de inmigrantes y clase trabajadora de la ciudad.
Un segundo patrón corresponde a los espacios abiertos y torres aisladas que se desarrolló durante la Depresión y las décadas de posguerra.
Desde mediados de la década de 1930, el gobierno transformó la ciudad según una visión de barrios residenciales reformados, comprando tierras y viviendas para organizar la creación de viviendas asequibles para familias de clase trabajadora y de ingresos medios.
Y es que todo lo que podrás ver en el Skyscraper Museum, es fruto de años de historia y transformación, como meterte en una máquina del tiempo y pasear por las calles de Nueva York 100 años atrás.
Los barrios de viviendas
No te voy a engañar, cualquier cosa relacionada con la historia de Nueva York y su evolución me fascina, desde la creación de la ciudad hasta hoy en día.
Pero me llama muchísimo la curiosidad la historia de esos millones de inmigrantes que a principios del siglo XX, llegaban en barcos a Ellis Island escapando de las guerras en Europa y buscando un futuro mejor.
En 1900 la densidad de población en el barrio del Lower East Side, donde había vivienda de alquiler, era la más extrema de cualquier ciudad del mundo.
Incluso hay un censo que contabilizó hasta 1.100 personas por acre, aglomeradas en edificios de 4 o 5 pisos que cubrían hasta el 87% del terreno y la manzana.
Estos arrendamientos eran rentables para los inversores que obviamente, luchaban contra la regulación y no fue hasta la ley de 1901, que se ordenó que las viviendas fueran más grandes, con patios, agua caliente, habitaciones más grandes y baños privados, y una regla que limitaba la aglomeración.
Pero el ritmo de crecimiento de la ciudad seguía siendo tan grande (3.4 millones de residentes en 1900, más de un tercio de los cuales eran extranjeros), que evitar las aglomeraciones seguía siendo imposible y un problema de salud pública.
Si te interesa esta parte de la historia, te recomiendo encarecidamente que visites el Tenement Museum, situado justo en el barrio del Lower East Side y que cuenta ampliamente la historia que te describo.
Además, incluso puedes visitar algunos de esos pisos que todavía se conservan para que puedas hacerte una idea más precisa de lo que suponía.
Qué puedes ver en el Skyscraper Museum
Como te decía al inicio, el Skyscraper Museum estaba en mi lista desde hacía mucho, conocer la evolución de la historia de la ciudad a nivel arquitectónico, es algo que me interesaba muchísimo.
Lo primero que me sorprendió del museo es su tamaño, tremendamente pequeño pero muy interesante.
Solo al entrar puedes ver su exposición permanente «History of Height», donde se traza la evolución de los rascacielos en Nueva York, desde sus inicios en el siglo XIX hasta la actualidad.
Me fascinó ver maquetas detalladas de edificios como el Empire State Building y el Chrysler Building, acompañadas de fotografías históricas y documentos que ilustran su construcción.
Una de las partes más interesantes también, es la sección dedicada a los primeros rascacielos de Chicago y Nueva York.
Algo tan cotidiano hoy en día como el ascensor, hizo junto con los avances en la tecnología del acero, permitier a los arquitectos y constructores soñar con alturas nunca antes alcanzadas. Las historias detrás de cada edificio son narradas con tal detalle que sentí que estaba reviviendo esos momentos históricos.
En mi visita, tuve la suerte de encontrar la exposición temporal «Supertall!», que se enfocaba en los edificios que superan los 300 metros de altura.
Esta exhibición presenta algunos de los rascacielos más altos del mundo, incluyendo el Burj Khalifa en Dubái y el Shanghai Tower en China. Las maquetas a escala y los videos de construcción me dieron una idea de la magnitud y la complejidad de estos proyectos.
Uno de los aspectos más emocionantes fue ver cómo se utilizan tecnologías avanzadas y materiales innovadores para construir estos gigantes modernos.
El museo también ofrece varias experiencias interactivas.
Una de mis favoritas fue el simulador de construcción, donde puedes diseñar tu propio rascacielos y ver cómo se mantendría en pie frente a diferentes condiciones climáticas y de terreno.
Me pareció una actividad súper divertida y que yo que no soy arquitecta, proporciona una comprensión práctica de los principios de la ingeniería y la arquitectura.
Las maquetas y modelos a escala son una de las características más destacadas del Skyscraper Museum, y de las que más me gustan la verdad.
Puedes ver desde réplicas detalladas del World Trade Center hasta versiones a escala del One World Trade Center y el 432 Park Avenue, cada modelo ofrece una visión única de la estructura y diseño de estos gigantes arquitectónicos.
Estuve un buen rato mirando los detalles de cada uno y leyendo las descripciones que acompañaban a cada exhibición.
Y como una imagen vale más que mil palabras, las paredes del museo están adornadas con fotografías y documentos históricos que narran la evolución de los rascacielos, del skyline y de los barrios.
El museo también alberga una impresionante colección de planos originales y utensilios, desde herramientas utilizadas en la construcción de los primeros rascacielos hasta planos detallados de edificios icónicos.
Uno de los objetos más me impresionó (también porque me flipa el edificio), fue un plano original del edificio Chrysler que tenía anotaciones hechas a mano por los arquitectos.
Datos prácticos para tu visita
El museo se encuentra en el 39 de Battery Place, una ubicación nada turística, así que si no sabes que está ahí nunca pasarás por delante, todo y que está bastante cerca de Battery Park.
Las estaciones de metro más cercanas son Bowling Green (líneas 4 y 5), Rector Street (líneas 1 y R/W), y South Ferry (línea 1). Desde cualquiera de estas estaciones, es solo una corta caminata hasta el museo.
Horario del Museo
El museo está abierto de miércoles a domingo, de 12h a 18h.
Recuerda revisar en su web oficial que los horarios que te comento sigue en vigor antes de tu visita, ya que pueden variar en días festivos o por eventos especiales.
Precio de la Entrada
Aunque no está incluida en ninguna tarjeta turística, la entrada no es nada cara.
Adultos $5, estudiantes y mayores de 65 años $2.50 y niños menores de 12 años, gratis.
Toma nota que el Skyscraper Museum es uno de los museos gratuitos de Nueva York ya que ofrece entrada gratuita todos los miércoles de 16h a 18h.
El Skyscraper Museum de Nueva York es una joya oculta que ofrece una súper interesante de la historia y el futuro de los rascacielos.
Si eres un amante de la arquitectura o simplemente tienes curiosidad por aprender más sobre los edificios que definen el skyline de Nueva York, este museo es una visita obligada.