The Cloisters… ¿un museo en Nueva York de arte medieval? ¿en Nueva York? ¿Estados Unidos?
Y es que esta ciudad tiene estas cosas, puedes encontrar los lugares más insospechados donde menos te lo esperas porque claro, un museo bien, ¿pero de arte medieval? sobre todo si tenemos en cuenta que los libros de historia cuentan que América se descubrió en 1492.
Así que este museo no solo merece una visita por lo inaudita de su colección sino también por el lugar en el que se encuentra, jamás dirías que sigues en Nueva York.
índice de contenidos
- 1 La historia de The Cloisters que debes conocer
- 2 La espectacular colección de The Cloisters
- 2.1 Ábside de la iglesia de San Martín de Fuentidueña (1175-1200)
- 2.2 Claustro del monasterio Benedictino de Sant Miquel de Cuixà (1130-40)
- 2.3 Puerta de la iglesia de San Vicente Mártir en Frías (siglo XIII)
- 2.4 Tumba de Ermengol VII, conde de Urgell (1300–1350)
- 2.5 Tumba doble de Àlvaro Rodrigo de Cabrera y Cecília of Foix (1300–1350)
- 3 La visita a The Cloisters: precio, ubicación, horario y cómo llegar
La historia de The Cloisters que debes conocer
The Cloisters pertenece al museo Metropolitano de Nueva York, aunque se encuentra muy alejado de su ubicación de Central Park.
Este es un museo dedicado al arte y la arquitectura de la Europa medieval ya que como te decía antes, este es un período que no se dio en América.
La historia de este museo jardín medieval comienza con George Gray Barnard (1863-1938), él fue alumno de Rodin y un destacado escultor americano.
Durante una época de su vida trabajó en la Francia rural y para complementar su escaso sueldo de escultor, buscaba y vendía esculturas medievales y fragmentos arquitectónicos que habían llegado a manos de los terratenientes locales durante varios siglos de agitación política y religiosa.
Poco antes de que comenzara la Primera Guerra Mundial, Barnard regresó a Estados Unidos y en el extremo norte de Manhattan, abrió un museo que albergaba su propia colección de arte medieval.
Dado que este estilo artístico no sucedió en Estados Unidos, su intención era que otras personas vieran y aprendieran sobre el arte de la Edad Media y que las obras sirvieran de inspiración.
Y aunque ese primer museo estaba construido con ladrillo y no transmitía el valor de la colección, fue una instalación pionera e influyente ya que era la primera muestra en el país de este tipo de arte.
En 1924 puso a la venta el museo y John D. Rockefeller hizo una importante donación para que el museo Metropolitano de Arte pudiera comprar el museo y las colecciones que albergaba, además de aportar un gran número de obras.
3 años más tarde se vio claro que el museo necesitaba un edificio más grande y que estuviera en sintonía con las obras que albergaba, por lo que de nuevo John D. Rockefeller hizo una donación de 66,5 acres de tierra para poder llevar a cabo esta ampliación.
El resultado es el edificio que hoy conocemos que sin querer ser una réplica literal, es un edificio que habla de la Edad Media a través su estructura y salas, donde todo fluye desde el románico hasta el gótico.
La espectacular colección de The Cloisters
El nombre de The Cloisters es debido al contenido del museo, ya que en su interior puedes visitar 5 claustros franceses medievales que se incorporaron al diseño del edificio y que sirven como puntos de conexión entre las distintas galerías.
El museo de los claustros está ubicado en un lugar privilegiado, en lo alto de una colina en el parque Fort Tryon, con vistas al río Hudson, por lo que vale la pena no solo por ver la colección sino también por descubrir un barrio de Manhattan diferente.
La colección permanente en Met Cloisters incluye más de 5000 piezas de arte europeo que datan del 800 al 1600 d.C., con una fuerte representación del siglo XII al XV, y todo ordenado de forma cronológica.
Ábside de la iglesia de San Martín de Fuentidueña (1175-1200)
La iglesia de San Martín de Fuentidueña probablemente funcionaba como una capilla adyacente al castillo. Cuando el lugar perdió su importancia militar, gran parte de la iglesia cayó en ruinas.
La planta, de nave larga sin transepto volado ni naves laterales, es habitual en las pequeñas iglesias románicas segovianas. También es típica del período románico, la sobria construcción de muros gruesos, interrumpida solo por pequeños ventanales.
Una característica inusual de este ábside es el gran tamaño de las figuras que descansan en la pared. Y en el capitel y sobre la Anunciación (figura de la derecha) hay una escena que representa la Natividad.
Claustro del monasterio Benedictino de Sant Miquel de Cuixà (1130-40)
Todos los elementos de este claustro provienen de la abadía de Sant Miquel de Cuixà.
Los capiteles están carvados con lujo de detalle y los motivos decorativos y figurativos de las esquinas, los dotan de un fuerte soporte visual a los ábacos y arcadas que hay encima.
Además los capiteles tienen formas de leones, bestias con piernas humanas y sirenas entre otras figuras.
La fuente del centro del claustro, data del siglo XIII y proviene del cercano monasterio de Saint Génis des Fontaines.
El monasterio fue saqueado en el siglo XVII y había caído en ruinas, por lo que el claustro que se puede ver hoy en día, es tan solo una cuarta parte del tamaño original.
Puerta de la iglesia de San Vicente Mártir en Frías (siglo XIII)
La puerta de de la iglesia de San Vicente Mártir estuvo a punto de ser totalmente destruida en 1879, cuando la torre contigua cayó, por lo que se han utilizado 80 fragmentos para poder reconstruir la puerta que se puede ver hoy en día.
La imaginería de la puerta incluye temas bíblicos, escenas de moral, cabezas humanas y animales.
Tumba de Ermengol VII, conde de Urgell (1300–1350)
El monasterio de Bellpuig de les Avellanes fue abandonado y muy dañado durante las Guerras de Sucesión que comenzaron alrededor de 1700, y no fue hasta el siglo XVIII que se volvió a habitar el monasterio y se reconstruyó la iglesia con su capilla funeraria.
La cabeza del conde reposa sobre cojines con borlas, sus ojos están cerrados y sus manos cruzadas sobre una espada envainada. En los laterales del sarcófago, los doce Apóstoles enmarcados por arcos flanquean al Cristo en Majestad.
Tumba doble de Àlvaro Rodrigo de Cabrera y Cecília of Foix (1300–1350)
Estas tumbas pertenecen a Àlvaro Rodrigo de Cabrera y Cecília of Foix, padres de Ermengol X.
Tanto estas tumbas como la anterior, fueron vendidas en 1906 por Agustí Santesmasses (banquero y dueño del monasterio) a un anticuario de Vitoria por 15.000 pesetas, quien las vendió a un coleccionista americano.
La visita a The Cloisters: precio, ubicación, horario y cómo llegar
- La entrada cuesta $25 para adultos, $17 mayores de 65 y $12 para estudiantes y te da acceso al museo The Cloisters y al museo Metropolitano durante 3 días consecutivos, para que te de tiempo a todo.
- Está ubicado al norte de Manhattan, concretamente en el 99 Margaret Corbin Drive (Fort Tryon Park).
- Abre de jueves a martes de 10h a 17h, y cierra los miércoles.
- La manera más cómoda de llegar (o al menos la que más me gusta a mí) es con autobús línea M4, el museo es la parada final, por lo que no tiene ninguna pérdida y durante el trayecto, puedes ir viendo otros barrios de la ciudad, lo que siempre es interesante.
En resumen, ya sea tu primera vez en Nueva York o bien repitas visita, te recomiendo una visita a The Cloisters, junto al museo Frick es sin duda de mis museos favoritos.
Que guay! Me lo apunto para la próxima!
Fuimos hace poco y es espectacular. Aprovechamos el día que abren los museos hasta más tarde porque creo que ahora se tienen que visitar los dos el mismo día. Gracias por las recomendaciones, tu página nos fue de gran ayuda en mil cosas.
Gracias por compartir tu experiencia Cristina!
Tengo una duda. Dices que no está incluida en tarjetas turísticas pero el MET sí lo está. Si usas la tarjeta para el MET, puedes usarla tb para the cloister?
Gracias
Hola Silvia,
En qué tarjeta turística está incluido el MET? Pásame la página de la web oficial de la tarjeta turística donde lo indique, que a lo mejor se me ha pasado.
Un saludo